viernes, 14 de diciembre de 2012

El restaurante

Desde mi punto de vista, ésta es una de las grandes elecciones junto con la del vestido. Aparte de por esa razón, también he querido colocar este artículo muy al comienzo de mi andadura bloguera porque se puede decir que es el segundo paso (considero el primero la elección de la fecha) que hay que dar en la organización del evento por varias razones:

1. Elegir el restaurante que más os guste

Si quieres poder elegir tanto el restaurante como el salón que más os guste dentro del mismo, debes hacer la reserva con antelación. En nuestro caso particular, seleccionamos 4 restaurantes de los alrededores y uno de ellos ya no estaba disponible, ¡y faltaba más de un año! Y el problema se agrava si el número de invitados es elevado (más de 150).

2. Organización de la boda

La distancia del restaurante al lugar en el que se celebre la ceremonia va a condicionar en parte la organización del día "B". Hay parejas que deciden celebrar la ceremonia en el mismo recinto que el banquete posterior y otras que desplazan decenas de kilómetros. Como es obvio, la planificación del día y la organización de cara a los invitados no puede ser la misma.

3. Decoración y ambiente

Quizá haya quien no le dé importancia a esto, pero en mi opinión todos los detalles cuentan. Y es que la decoración y el lugar donde celebremos nuestra boda debería mantener una armonía con el resto de elementos. Por ejemplo, si celebramos el banquete es un moderno salón de un céntrico hotel de ciudad no parecerá muy acertado elegir un vestido de novia de estilo ibicenco o centros de flores silvestres. Y si ya queremos rizar el rizo, los colores de la decoración también podemos tomarlos como referente para toda la papelería, lazos, ramo, etc.

4. Extras

Y con "extras" me refiero a los elementos que podemos incluir en nuestra boda y que no se incluyen en el servicio básico que ofrece el restaurante: photocall, libro de firmas, proyección de vídeos, barra libre de chucherías/crepes/perritos, fotomatón, castillos hinchables, magos, etc. Más adelante iré presentando muchas de estas posibilidades, pero todo a su tiempo. ¿Y qué tiene que ver el restaurante con todo esto? Pues mucho, porque el espacio y los medios de los que dispongamos van a condicionar qué elementos podemos incluir y cuáles no.


Con estas 4 razones queda más que justificado por qué me parece tan importante reservar pronto el restaurante. 

Y ahora bien, ¿con qué criterios elegimos el restaurante? A mí me parecen fundamentales varias cosas:
  • que la decoración sea de nuestro estilo
  • que nos sintamos cómodos con el trato del personal
  • que nos guste el tipo de comida que sirven y que pueda gustar a la mayoría de nuestros invitados
  • que el precio no se vaya por las nubes
El punto más difícil de cumplir es, sin ninguna duda el último, porque al igual que todo lo que se asocia boda es más caro de lo que sería en cualquier otro contexto. A los que esteis en esta búsqueda, ¡os deseo mucha suerte!

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